Una metáfora exquisita a lo que nos conducen la s creencias limitantes. Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enrome bestia hacia despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía 5 o 6 años yo todavía no creía en ...
¿Cuántas veces pensamos en las metas, los objetivos; cuánto tiempo le dedicamos a pensar en ese objetivo? Es decir al Qué. ¿Y cuánto tiempo le dedicamos al proceso o al modo, al camino que hay que recorrer para conseguir objetivo? Eso es, el Cómo. Quizás definir el objetivo sea muy importante puesto que será la razón de ser de nuestra motivación. Pero igual de importante es el proceso y el camino que vamos a escoger. Es importante estar bien orientado hacia el objetivo. Tener consciencia de las etapas y de los obstáculos que nos vamos a encontrar. De las herramientas y habilidades que necesitamos para llegar al objetivo. Cuál es el modo más coste-eficiente además de eficaz. En mi opinión, se debe hacer una lista de estás etapas y de las herramientas y habilidades que necesitamos.
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